60% de los municipios opera en déficit

ABREPR dio a conocer hoy su nuevo Índice de Salud Fiscal Municipal en el que revela que el 60% de los ayuntamientos ha estado operando en déficit, esto según la información más actualizada disponible por parte de los municipios. Este es el séptimo índice de este tipo que la conocida entidad sin fines de lucro lanza y en el que hace un análisis exhaustivo de las finanzas de todos los municipios de la isla.

Este año, los municipios con mejor salud fiscal fueron San Sebastián, Culebra y Aibonito. El municipio de San Sebastián encabeza la lista por primera vez desde que comenzó la publicación del índice en el 2015. Los municipios con la peor salud fiscal son Añasco, Villalba y Guayanilla.

“El índice nace hace siete años como una iniciativa innovadora que hizo disponible por primera vez públicamente el acceso a una radiografía de las finanzas municipales. Desde entonces, este análisis utiliza trece indicadores con información derivada de los estados financieros auditados de todos los municipios”, indicó Ivette del Valle, directora de operaciones y programas de ABREPR, sobre la metodología que sigue la entidad.

Entre los hallazgos más destacables de esta séptima edición se encuentran que el 54% de los municipios disminuyeron sus activos netos durante el 2019, el 46% de ellos vio una disminución en el balance de su fondo general, otro 35% tiene un balance negativo en su fondo general y el 40% de los municipios reciben más del 40% de sus ingresos del fondo del gobierno central.

Este índice analiza los datos hasta 2020, puesto que los municipios tienen un retraso considerable en la presentación de sus informes financieros debido a que a partir de la pandemia los ayuntamientos han alegado retos de recursos humanos y trabajo remoto que ha incidido en la capacidad para completar las actividades relacionadas con las auditorías, han recibido una cantidad de fondos federales sin precedentes, lo que ha complicado la contabilidad, mientras que los huracanes y otras emergencias también han afectado las operaciones y prioridades de los municipios. Ante este escenario, tanto el gobierno central, como federal han concedido relevos (“waivers”) para extender los términos para someter informes.

Durante nuestra última publicación en 2019, unos siete municipios fallaron en entregar sus estados a tiempo, y por ende nos formaron parte del índice. Este año seis municipios no entregaron la información y no forman parte de esta edición, lo que es muy lamentable para los residentes de estos pueblos que no podrán calificar el estado de las finanzas de su municipio. Lógicamente uno esperaría que la mayoría de los municipios se ajustaran a la nueva realidad fiscal.

PREOCUPANTE CONTRASTE CON AÑOS ANTERIORES

Durante el último año con información disponible, un 60% de los municipios tuvieron un exceso de gastos sobre ingresos, mientras que, en el año anterior a esta edición, solo 45% habían gastado más de lo que recibieron en su fondo general. Esto representa un preocupante aumento de 15% de los ayuntamientos que registran un déficit en sus finanzas. Además, un 54% de los municipios tuvieron una disminución en sus activos netos durante esta última edición, mientras que, el año anterior, solo un 27% lo habían disminuido.

“A pesar de que notamos que el porciento de municipios con un balance negativo en su fondo general no cambió durante este último año, lo cierto es que, en términos generales, los municipios recurrieron a transferencias de otros fondos gubernamentales al final del año, particularmente los fondos de servicio de deuda y proyectos capitales para cubrir la insuficiencia”, explicó el economista y miembro de la Junta de la entidad, Kevin González.

La conducta más dañina para la salud fiscal de un municipio es cuando gasta más de lo que recibe. El generar más ingresos que gastos es el primer paso hacia una buena salud fiscal.

“El índice de salud fiscal debe ser una herramienta para que el ciudadano pueda evaluar las finanzas de su municipio y el desempeño de su alcalde. Además, es un instrumento útil para instruir las importantes conversaciones de discusión pública que habría que tener sobre el rol de los municipios en este contexto histórico. Esperamos que nuestro índice cree conciencia, tanto en los ciudadanos como en el gobierno estatal, y que, en algún momento, pueda servir de disuasivo para el mal manejo de las finanzas municipales”, concluyó Del Valle.

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