🦜Al igual que los humanos, las aves cera embriagadas con frutos fermentados muestran reflejos más lentos y toma deteriorada de decisiones, lo que puede hacer que sean más propensas a sucumbir ante depredadores, vehículos o golpes contra ventanas.
📝 Hay también informes sobre elefantes africanos que se intoxican después de comer frutas fermentadas del árbol de marula.
🧑🔬Algunos científicos han cuestionado la validez de estos informes, citando el gran tamaño de los elefantes y las enormes cantidades de alcohol que necesitarían para emborracharse.
🦌Además, en Siberia, los renos comparten hábitat con el hongo alucinógeno Amanita muscaria, o matamoscas. Este hongo, también llamado “hongo de Navidad” debido a su sombrero rojo con manchas blancas, es un favorito de los chamanes siberianos, quienes lo consumen como un “inebriante y alucinógeno,” según un estudio de 2018.
🍄Los biólogos han documentado a los renos comiendo este hongo venenoso pero nutritivo, cuyas toxinas son neutralizadas por sus complejos estómagos.
👀No está claro si la ingestión del hongo provoca en los renos desorientación, como lo hace en los humanos.
🌴 En Tailandia siete especies de musarañas arborícolas se alimentan principalmente del néctar de las palmas bertam. El néctar de estos árboles fermenta rápidamente, convirtiéndose en un jarabe dulce y alcohólico con más del tres por ciento de alcohol.
🍹 A diferencia de los zorzales cera, las musarañas arborícolas no parecen sufrir efectos negativos por esta dieta constante y alta en alcohol, según un estudio de 2008, ni muestran signos aparentes de intoxicación.
🔬 En 2020, los investigadores descubrieron que otras especies de polinizadores de bertam, incluidos ardillas y otros roedores, están adaptadas a consumir grandes cantidades de alcohol.
🍃 Aunque los animales podrían consumir plantas por diversión, se cree que el valor nutricional subyacente es lo más importante para ellos.
Fuente: The National Geographic
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