El exsecretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira Zayas, admitió hoy que el exgobernador Ricardo Rosselló Nevares y su esposa, Beatriz Rosselló, le pidieron que se reuniera con el productor Jorge Díaz Colón, conocido como Sixto George, para que ayudara con el caos que enfrentaba su administración tras las filtraciones del chat de Telegram, que desembocó en la renuncia del mandatario.
No solo eso.
El comité político del entonces líder de la Palma contrató a Díaz Colón y le pagó $100,000 por sus servicios de “damage control”.
La información afloró hoy en el cuarto día del juicio federal que se sigue contra el productor de radio y televisión por supuestamente tratar de extorsionar a Maceira. El acusado enfrenta tres cargos: intento de extorsión, extorsión y alteración o destrucción de prueba.
Hoy le tocó el turno a la defensa de contrainterrogar a Maceira Zayas, el testigo principal de la Fiscalía Federal.
Ante preguntas del licenciado Rafael Castro Lang, el exsecretario de Asuntos Públicos y jefe de la Autoridad de Puertos indicó que Rosselló Nevares y su esposa le hicieron la petición el 13 de julio de 2019 porque el acusado “tenía maneras de ayudar”.
Ese día el Centro de Periodismo Investigativo divulgó 889 páginas del polémico chat y ya Rosselló Nevares conocía que el acusado supuestamente intentaba extorsionarlos para evitar la divulgación de esas y otras conversaciones internas de su equipo cercano. Dos días después, el 15 de julio, Rosselló Nevares apareció en un programa radial que producía Díaz Colón. Esa era su primera aparición pública tras la divulgación del chat.
La solicitud del gobernador a Maceira Zayas también ocurrió después de que Maceira Zayas le hubiera informado sobre el mensaje de texto, que interpretó como una amenaza, y la reunión que sostuvo en el restaurante Musa en Santurce el 21 de junio de 2019 en la que Díaz Colón supuestamente le pidió $300,000 precisamente para evitar que Raúl “Raulie” Maldonado Nieves, hijo del entonces secretario de Hacienda, Raúl Maldonado Gautier, filtrara el chat de Telegram. Raulie estaba molesto porque el gobernador había despedido a su padre el 24 de junio poco después de que ofreció varias entrevistas en las que habló de una supuesta mafia institucional en Hacienda.
Aunque el acusado era un conocido productor en los círculos del Partido Nuevo Progresista (PNP), Maceira aseguró que el gobernador y su esposa no le comunicaron de qué manera Díaz Colón ayudaría. Tampoco sabía que el gobernador había contratado a Díaz Colón para hacer manejo de crisis y que ya le había pagado $100,000.
En su turno, el veterano abogado defensor siguió una línea de preguntas para tratar de establecer de que Díaz Colón no tenía una razón para tratar de extorsionar a Maceira Zayas porque tenía un contrato para ayudar a limpiar la imagen del gobernador y que el testigo tampoco realizó las gestiones que supuestamente se le pedían ante la amenaza.
Ante sus preguntas, Maceira Zayas respondió que no divulgó al Gran Jurado que el acusado le pidió $300,000 para detener filtraciones, aunque a su salida del juzgado indicó que el abogado defensor solo abordó parte de su testimonio ante dicho panel.
La extorsión, según Maceira Zayas consistía de puntos, $300,000 para Raulie y así evitar la divulgación de información dañina al gobierno, dinero para pagar a talentos o influencers para que cambiaran la narrativa negativa de Rosselló Nevares y dejarán de pedirle la renuncia, y la utilización de su influencia para lograr la renovación de los contratos de Collective Impact y Social Consulting, que le pagaban una iguala de $4,000 al acusado por su asesoría.
Pero a preguntas del abogado, Maciera Zayas admitió que no contaba con el poder para pagar facturas, ni renovar contratos en otras agencias fuera de su jurisdicción. Tampoco realizó pagos, ni procuró el dinero pagarle a Maldonado Nieves o las talentos que ayudarán en el trabajo de restauración de la imagen del gobernador.
El turno de preguntas del abogado se caracterizó por las interrupciones constantes de un molesto juez Besosa, quien en ocasiones respondía y realizaba las preguntas. Ni permitió una pregunta del abogado para saber si las autoridades investigaban al testigo al momento de realizar sus denuncias.
Fuera de sala, Díaz Colón aclaró que el contrato verbal de “damage control” ascendía a $300,000.
“Me contrató el comité”, respondió a preguntas de la prensa.
Detalló que recibió dos pagos y que solo quedó pendiente una partida de $100,000. El acuerdo se pactó entre el 11 y el 12 de julio. Cuatro días después Maceira Zayas alambrando con tecnología del FBI grabó al acusado hablando de la alegada extorsión de $300,000, una cifra similar al contrato verbal con Rosselló Nevares.
“Claro que se utilizó el dinero. Se hizo un esfuerzo de ‘control damage’. Había un esfuerzo de hacerlo (contratar figuras públicas). En ese momento todavía estábamos analizando quien podía ser valiente en ese momento histórico”, señaló el productor.
Explicó también que se reunió en La Fortaleza con Rosselló Nevares luego de que su esposa lo llamó pidiendo ayuda mientras estaba en un crucero el 10 de julio. Ese mismo día se reunió con el gobernador.
“Ellos me llaman para pedirme ayuda. Yo le dije que todo estaba mal manejado”, indicó el acusado durante un receso para el almuerzo.
Afirmó que esa petición de ayuda llegó porque el gobernador no confiaba en Maceira Zayas y que personas del círculo cercano de Rosselló Nevares se pelaban por ese contrato de comunicaciones, que según dijo el acusado, lo procuraba Carlos Mercader, el exjefe PRFAA y amigo de Maceira Zayas.
Más temprano y a preguntas del abogado, Maceira Zayas indicó que desconocía de un contrato de $300,000 para una firma de comunicaciones que impulsaba Mercader.
