La Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) aprobo el protocolo sometido por la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y autorizo realizar las pruebas de los megageneradores (MegaGens) en la central Palo Seco, en Cataño.
Estos megageneradores fueron adquiridos por la AEE, pero han estado fuera de operación casi dos años por la falta de controles ambientales adecuados.
La AEE compró en 2019 los megageneradores para estabilizar las cargas eléctricas en la zona metropolitana, donde la demanda es mayor. A un costo de $58 millones estos megageneradores debían ayudar a reducir el tiempo de respuesta al restablecer el servicio durante emergencias o interrupciones por averías.
En enero de 2021, la EPA envió a la AEE un aviso de infracción por utilizar los generadores sin adoptar medidas de mitigación para evitar violar los límites de emisiones contaminantes impuestos por la agencia. La AEE prendió los mega generadores móviles debido a la baja en generación causada por la paralización de la planta Costa Sur, en Guayanilla, luego del terremoto del 7 de enero de 2020.
Después de esa advertencia de multa, el 10 de noviembre de 2021, la EPA y la AEE firmaron una Orden Administrativa por Consentimiento, que establece las condiciones y medidas que la corporación pública debe tomar para utilizar los “MobilePacs” como unidades de reserva
