
Las órdenes para cerrar 780 escuelas en la isla a lo largo de casi 10 años provocaron el desplazamiento de miles de estudiantes y disloques en las rutinas de familias y comunidades enteras, pero el impacto en el desempeño académico de los alumnos fue, en términos generales, positivo, según un estudio encabezado por investigadores de la Universidad de Toronto y de la Universidad de Puerto Rico (UPR).