El doctor William Méndez, miembro del Task Force Médico de Puerto Rico, aseguró que uno de los factores principales para que se registren brotes de coronavirus en varias ciudades de Estados Unidos es la falta de uso de mascarilla por parte de la ciudadanía.
El Task Force Médico comparó las normas de varias ciudades estadounidenses y encontró que dónde se han disparado los casos es en aquellas ciudades que no ordenaron el uso obligatorio de mascarilla como método de prevención para evitar el contagio de COVID-19.
“Aquí (En Puerto Rico) estamos notando un aumento y entendemos que uno de los factores es que a pesar de que la Orden Ejecutiva obliga al uso de mascarillas, un número sustancial de ciudadanos está haciendo caso omiso”, dijo el doctor Méndez a este portal de noticias.
Las declaraciones del doctor Méndez se produjeron precisamente cuando medios estadounidenses informan que el estado de Florida registró un aumento de casos en el fin de semana sobrepasando sus estadísticas hasta el momento con 9,585 casos el sábado y 8,530 el domingo.
Florida mantiene vuelos directos diarios a Puerto Rico. De acuerdo con la plataforma de datos de vuelos FlightAware, hoy llegarán 12 vuelos desde Orlando a San Juan, tres desde Miami a San Juan, y cuatro desde Ft. Lauderdale a San Juan.
Florida se sumó a Carolina del Sur y Nevada a los estados con más aumento de casos de COVID-19 este fin de semana.
Mientras, 16 ciudades de Estados Unidos pausaron o retrocedieron sus planes de apertura ante un aumento de casos de COVID-19.
La coordinadora de respuesta a COVID-19 de la Casa Blanca, la doctora Deborah Birx urgió el lunes que las personas deben usar mascarilla. Lamentó además que antes no se haya enfatizado en este punto. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dijo que las mascarillas protegen a las personas porque no se sabe si otros están contagiados y son asintomáticos.
El diario The New York Times reportó que los oficiales de salud de Florida están preocupados por el aumento de casos positivos porque pudiera desembocar en una ola de hospitalizaciones y eventualmente el aumento de muertes.
Los casos en Florida se multiplicaron por cinco en solo dos semanas, lo que provocó que las autoridades prohibieran la venta de alcohol en las barras y cerraran las playas de cara a la celebración del 4 de julio este fin de semana.
