La Fiscalía de Bayamón podrá utilizar el testimonio grabado que el asesino confeso de la empresaria Hilda Padilla Romero ofreció en la vista preliminar y antes de rehusarse a ser testigo en contra los otros dos coacusados por el asesinato William Avilés González y Keishla Pérez Bigio.
Antes de convertirse en un testigo hostil del Estado, Luis Enrique González Martínez alcanzó un acuerdo con el ministerio público y declaró en contra de Avilés González y de Pérez Bigio, a nivel de vista preliminar. Pero antes de que iniciara el juicio en contra de estos dos acusados cambió de abogado y decidió retirarse del acuerdo de colaboración, que rebajaba su posible sentencia de 200 años a una pena de cárcel de 37 años.
Debido a este cambio, los fiscales Gracelis Vega Bermúdez, Carmen Iris Ortiz Rodríguez e Iván Rivera Labrador solicitaron que se le declarara testigo no disponible y se le permitiera utilizar la grabación de su testimonio en el juicio que ya comenzó.
Ayer, la jueza Mariela Miranda Recio del Tribunal de Bayamón concedió dicha petición y “se admite el audio de la vista preliminar como excepción a las regla general de prueba de referencia”.