La guerra contra las drogas es personal para este educador que salva vidas en una unidad móvil

Luis Ramírez es educador en Intercambios Puerto Rico.

Pa’ bravo él… Ramírez, un soldado que sobrevivió la guerra contra las drogas. 

El obrero de Intercambios PR, Luis Ramírez, sabe lo que son los opioides y la sintética y no quiere que más vidas se descarrilen con eso.

“…Hoy vienes a decirme

que te sientes bien…”

  • Xplosión, Vico C, 1993

HUMACAO – Diez de la mañana, ya amaneció y sobran los Pablo Pueblos de los que una vez cantó Rubén. El sol pega duro, el día en el caserío arrecia y acaba de llegar la guagua. Oye, pero no es una guagua cualquiera. Pregúntale a Ramírez, que desde que se montó no se ha bajao’.

“Soy Luis Ramírez, trabajo con Intercambios Puerto Rico (Intercambios P.R.) y soy educador par”, expresa este particular chamaco Ramírez, que ha visto más pescao’ que salsa, y mira que Ramírez ha bailao’ al son que le ha tocao’ el destino. Y mira que le han tocao’ de to’. La calle. La cárcel. La casa. El caos. La calma.

En toda la lucha personal que lleva, es raro que Ramírez hable de sus experiencias de vida con algún medio. Nosotros llegamos dónde él de la mano del corillo de conciencia de Intercambios P.R., una organización sin fines de lucro que siempre está en la calle. Dejan la suela en la brea para ayudar a quienes buscan salir del mundo de las drogas y asisten a quienes deciden permanecer para que sobrevivan de forma segura mediante la repartición de jeringuillas y parafernalia, información de dónde buscar ayuda cuando la necesiten y la repartición de víveres y agua. Buscan aumentar la calidad de vida y reducir daños, enseñándole a cómo usar sustancias de forma segura. Además, lidian de cara con el gran problema de personas sin hogar que el gobierno de este archipiélago borincano prefiere ignorar.

Ramírez tiene 35 años de vida, pero carga centurias de anécdotas en su mente. En este día soleado de noventa y pico grados Farenheit, llegó a trabajar, como siempre. Varias veces a la semana, la unidad móvil de Intercambios P.R. se estaciona en distintos puntos del área este y la zona metropolitana: en zonas de Fajardo, de Carolina, de Humacao, en la parada 18 en Santurce, en zonas de Río Piedras. Hoy el equipo está compuesto por Ramírez, por los sicólogos Chu Sálamo y Luisito Román, por el enfermero José Lozada Berríos y por el custodio y conductor de la unidad móvil, Amaluc Vega Fernández. El residencial Padre Rivera los recibe, pues la comunidad sabe que su labor es loable y necesaria. A una cuadra, también está Frederick Cortés junto a otro equipo de Intercambios P.R., en plena acción con el programa El Gancho, enfocado en atender las problemáticas y necesidades de los usuarios de opiáceos por vía intravenosa.

En este instante, entramos a la guagua porque hay que hablar con Ramírez, un soldado de la calle que se cayó y se levantó muchas veces, que casi entra a la academia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, que tuvo que maniobrar su avión personal de vida para aterrizar dónde le tocaba, que después de mucho tiempo ya está listo para que el mundo conozca su testimonio.

“¿A donde miro? ¿Hacia la cámara o hacia ti? Bueno… Vamo’ pa encima”, expresa de entrada, con la cámara de frente. De inmediato, indica que es de Gurabo y que comenzó con Intercambios P.R. “de una forma curiosa, porque yo estaba en mi tratamiento de buprenorfina y, de ahí, mi consejero en adicción fue el que me habló de la plaza que estaba abierta en Intercambio P.R.

“Yo apliqué y de ahí comencé rápido con ellos. Gracias a nuestro protocolo de reducción de daños pude entrar con ellos ya que sabia la información de todo mas las vivencias que tengo en el mundo de las drogas, ya que a temprana edad empecé con eso. Todo ese conocimiento me ha traído hasta donde estoy hoy”, desenfunda sin miedo.

Bueno, es que ya a esta etapa del juego el miedo no compone nada.

“Yo empecé con la marihuana, como muchas personas, a mis 12 años ya yo fumaba marihuana. A mis 14 ya había probado la cocaína y cuando vine a caer en los opioides, en la heroína como tal, pues eso fue a mis 24. Ya tengo 35, van unos cuantos añitos de eso. Todo eso me ha dado las herramientas para yo poder hacer lo que hago hoy”, articuló.

Jagual Media: ¿Cuántos casos has visto que quizás te hacen rememorar otros tiempos?

Ramírez: Me pasa a menudo, porque cuando tenemos que ir a los puntos de drogas o a los hospitalillos donde están los adictos, pues es algo fuerte pa’ mí ya que yo tengo que verlos consumiendo la sustancia en el momento en que trato de ayudarles a que lo hagan de una forma más segura, o buscarle tratamiento, si necesitan tratamiento. Esa área es la mas difícil que se me hace, ir a donde se vende el material como tal.

Jagual Media: ¿Y qué reacciones recibes cuando le das tu testimonio?

Ramírez: Yo diría que es una reacción positiva, porque yo vengo siendo el intermediario entre le área clínica y el área del uso de sustancia. Y al yo hablarles de mi experiencia. al dar mi testimonio, se sienten mas cómodos para hablar con uno. Se sueltan más… hay cosas que un usuario de drogas no se atreve hablarle a un sicólogo, a un siquiatra, a un profesional de la salud como se atreve conmigo.

******************************************************************

“…Amargura, señores, que a veces me da
La cura resulta más mala que la enfermedad…”

-‘La Cura’, Tite Curet Alonso en voz de Frankie Ruiz

Cogemos un breakecito, porque el recital que está tirando Ramírez es digno de un simposio universitario. Ahí, el sicólogo Chu Sálamo aprovecha para ir al baño, dentro de la guagua. Ramírez sigue cómodo, está hablando lo que sabe y, más que nada, está diciendo la verdad. Sí, tras años como soldado en esta fallida Guerra Contra las Drogas que los intereses capitalistas impulsaron desde las décadas de los setenta y ochenta de la mano de Richard Nixon y Ronald Reagan en detrimento de las poblaciones marginales, Ramírez siente que es el momento para despepitar toda su veteranía.

Entonces, pasamos a tocar el tema que llevamos ya semanas abordando y que aún espera por una reacción de las autoridades al respecto: la plaga conocida como la sintética, el popu, el japi… En fin, es algo que de inmediato le produce un crujir de dientes intenso, como si viera a una maestra pasar las uñas por una pizarra.

“¿La sintética? He tenido la experiencia de probarla. No fue la mejor experiencia del mundo, eso no se le debería llamar ni siquiera marihuana porque no se compara en nada”, apostilló.

“Los efectos, en mi experiencia personal, fueron efectos sicóticos, que en el momento tu no tienes control de tu mente, de tus pensamientos… es una droga que deteriora mucho el área mental de las personas más que la física, una persona que empezó a usar marihuana sintética cuando la ves seis meses después no es la misma persona, es una persona q no esta en sus cabales es una problemática que esta destruyendo nuestro pueblo. La gente cree que es embustes pero está destruyendo nuestro pueblo”, señaló

La probó en la calle y cuando cayó preso, por razones que no se explicaron en la entrevista, también la probó en la cárcel.

“Allá adentro fue la segunda vez que probé el sintético, para darle como que un break, a ver si funcionaba y yo creo que fue la peor experiencia. Uno encerrado en una jaula, donde no puedes salir y usar esa droga, con la cual uno alucina también… no fue gratificante”, apuntó.

“Lo tengo muy vívido en mi mente. Allí estaba agarrando los barrotes, en la reja, gritando, viendo cosas. Para colmo es algo bien adictivo, que causa una enfermedad fisiológica. Como dice la canción, la cura resulta más mala que la enfermedad”, articuló.

Ramírez señaló además que es una droga con la que las economías subterráneas, “los puntos en los caseríos”, no se identifican, “pues en inicio, le quita a la heroína y al crack” y “además, vuelve muy loca a la gente”.

“La calle no corre con esto”, subrayó

Con Ramírez habría mucho más que hablar, pero el hecho de que haya aceptado sentarse con nosotros ya es suficiente. La conversación también sucede de cara a septiembre, mes en el que se publica esta historia en Jagual Media, mes en el que también Intercambios P.R. y el planeta entero conmemora el Mes de la Rehabilitación de Adicciones a Drogas.

Así que si necesitas ayuda o conoces a alguien que sí la necesita y esa persona quiere dar ese paso tan precario, no dudes en comunicarte con Intercambios PR. Ramírez, a quién le agradecemos de sobremanera haberse sentado, y su corillo pueden ayudarte.

“Para mí, haber hecho esto es muy importante, gracias también de mi parte. La gente necesita saber cómo es la cosa”, puntualizó, mientras nos daba un saludo de puñito.

Vea aquí el reportaje Humo Fatal de Cuarto Poder por Wapa TV

0 Shares:
You May Also Like