La administración Biden se apresura a evitar una huelga de decenas de miles de trabajadores ferroviarios de carga que podría interrumpir aún más una cadena de suministro y causar daños económicos de miles de millones de dólares. La industria no logró llegar a un acuerdo contractual con dos sindicatos que representan a gran parte de la fuerza laboral, y el viernes finaliza un período de "enfriamiento" de 30 días ordenado por el gobierno federal, lo que abre la puerta a huelgas y cierres patronales. Algunas compañías de carga han comenzado a limitar los servicios, y Amtrak, que transporta a muchos viajeros en líneas operadas por ferrocarriles de carga, dijo que cancelaría algunos servicios de pasajeros a partir de hoy martes.