A casi cinco años de que entrara en vigor la ley que prohíbe la entrega de bolsas plásticas en establecimientos comerciales, sectores ambientalistas y económicos reconocen que no hay certeza del efecto de este ordenamiento ni de la cantidad de plástico que dejó de llegar a los vertederos, cuerpos de agua y a las comunidades de la Isla.
En distintos comercios se da el escenario de que los clientes compran las bolsas reusables, pero no las reutilizan.