La escasez de mercancía persiste a cuatro años del paso del huracán María. No están disponibles el 22% de los productos, cifra que representa el porcentaje más alto experimentado en la Isla fuera de una catástrofe atmosférica. Francisco J. Cabrero, presidente de la firma de estudios Professional Market Research (PMR), señaló que esta situación representa un costo de oportunidad de aproximadamente $625 millones para las marcas que se venden en los supermercados y farmacias. Esta aceleración en la falta de productos en góndola ha sido más marcada desde los meses del verano y responde a varios factores. Según Cabrero se debió al problema de logística en los muelles, la reducción de producción como consecuencia de la prolongación del COVID-19 y al aumento en consumo que se ha experimentado ante los aumentos en las ayudas federales.