
Aunque las agencias de inteligencia de Estados Unidos están divididas sobre el origen del COVID-19, los científicos del Departamento de Energía concluyeron en una evaluación de “baja confianza” que probablemente surgió de una fuga de laboratorio, informó el domingo el Wall Street Journal. Esta información ha provocado la molestía de muchos republicanos sobre cómo se manejó la pandemia.
Axios