El agente investigador Manuel Colón Ruiz declaró hoy que la noche que se ocupó la guagua Dodge Durango negra de Félix Verdejo Sánchez también se intervino con del exboxeador en la urbanización Golden Gate 1 en Bairoa, Caguas, dónde se encontraba sin camisa junto a una mujer en ropa de dormir identificada como Jennifer Acevedo.
El agente investigador es el noveno testigo en el quinto día de juicio contra Verdejo Sánchez por el asesinato de Keishla Rodríguez Ortiz y su bebé por nacer en la sala 3, que preside el juez federal Pedro Delgado Hernández. Colón Ruiz tenía a su cargo la escena y recuperación del cuerpo.
Ante un jurado compuesto por nueve hombres y tres mujeres, Colón Ruiz detalló cómo las autoridades encontraron el cuerpo de Rodríguez Ortiz, de 27 años, en la laguna San José atado con un alambre color plata el 1 de mayo de 2021.
“Era una fémina blanca de pelo rubio, la cual vestía una camisa azul de print de animalitos y nubes, pantalón en tela azul, Nikes rosadas con suelas blancas. En la espalda tenía un tatuaje de un diamante. El cuerpo estaba amarrado con alambre color plata, en el cuello, la muñeca de la mano izquierda y el mismo alambre estaba amarrado a parte de la cintura y se extendía a ambos pies, y el mismo alambre estaba amarrado a un bloque de hormigón”, describió el agente investigador mientras se mostraron imágenes fotográficas del cuerpo en sala.
“Por el tipo de amarre se determinó llevar el cuerpo a ICF. No sin antes colocarle bolsas de estrazas en la manos para preservar evidencia”, agregó.
Las 11 fotografías que proyectó el fiscal Jonathan Gottfried en sala mostraban el cuerpo boca abajo e hinchado de la víctima, con moretones en el abdomen y los brazos. No se veía su rostro.
Al proyectarse las imágenes, el papá de la víctima José Antonio Rodríguez bajó la cabeza y el hermano, Jonathan Román Ortiz se inclinó hacia el frente como conteniendo las lágrimas. Rodríguez, en un momento, le acarició la espalda.
Colón Ruiz relató, además, que ocupó la guagua de Verdejo Sánchez en la antigua Vía en Cupey, en la residencia de la mamá del púgil. De Cupey partió a Caguas tras recibir información de inteligencia de la Policía de Puerto Rico de que el sospechoso se encontraba en la residencia D2 de la urbanización Golden Gate en el barrio Bairoa, en Caguas. Ya en ese momento, la Policía vigilaba al hoy acusado.
En el lugar, según el testigo terminaría de diligenciar la orden de registro y allanamiento de la guagua de Verdejo Sánchez y otra orden para ocupar su teléfono celular.
Cuando llegó a la residencia 3:19 de la madrugada el agente contó que la guagua Honda Pilot, color negro; que era el mismo tipo de vehículo en el que agentes habían divisado a Verdejo Sánchez transitar por el puente Teodoro Moscoso ese 1 de mayo.
“Se había recibido información que Félix Verdejo había pasado por el Teodoro Moscoso en ese vehículo. Toqué a la puerta de la residencia. Nos abre una fémina de nombre Jennifer Acevedo. Estaba en ropa de dormir, un baby doll. Nos dijo que sí (conocía a Verdejo) se le preguntó si estaba dentro y ella dijo que sí. Se le pidió a la fémina que llamara a Félix Verdejo que viniera a donde nosotros. Ella lo empezó a llamar y vino donde nosotros. (Verdejo) Tenía solamente un pantalón corto”, relató el agente investigador.
El agente indicó que preguntó a Verdejo Sánchez por la guagua Dodge Durango y el exboxeador confirmó que era su guagua y que tenía la llave del vehículo.
Verdejo Sánchez firmó la orden de registro y allanamiento y se tomó una foto de eso para preservar el momento. “Se le indicó que teníamos una segunda orden para su teléfono celular. Nos dijo que no lo tenía encima y que por instrucciones de su abogado Jorge Molina lo dejó en su oficina el 1 de mayo”, sentenció el agente.
El agente le indico a Verdejo Sánchez que se tenía que comunicar con su abogado para que entregara el equipo. Una vez hizo esto se le pidió que entregara la llave de la Dodge Durango negra. El acusado entonces indicó que estaba en el cuarto donde estaba durmiendo. El agente también preguntó al acusado si estaba armado, y el exboxeador dijo que sí.
“Por razones de seguridad”, el agente ocupó la pistola Glock 9 milímetros marrón. “La misma estaba cargada con un abastecedor de 17 municipios, solo había 14 municiones y una en el carrete de la pistola, por lo cual se sacó y se puso en la mesa. Habiendo 15 municiones y faltando dos”, contó el testigo
El acusado dijo que su segunda arma para la cual también tenía licencia de portación estaba en la casa de Eliz Marie Santiago, madre de su hija.
Por eso, el agente partió a la residencia de Eliz Marie Santiago en el condominio San José en San Juan, para ocupar esa segunda arma. En el lugar, lo recibió el padre de la mujer Miguel Santiago Laiz, recientemente acusado de formar parte de una banda de distribución de drogas, responsable de varios asesinatos..
“Él dijo que estaba durmiendo. Se le solicitó que la llamara a donde estábamos. Comenzó a llamarla. Ahí salió Eliz Santiago recuerdo que el cuarto estaba a la izquierda”, indicó el testigo.
“Ella se identifica y yo me identifico. Le indicamos el propósito de la visita, era ocupar una pistola que le pertenecía a Félix Verdejo… Estaba un poco sorprendida”, abundó.
En su turno de preguntas, el licenciado Jason González Delgado siguió una línea de preguntas para mostrar que durante la intervención en la casa en Caguas, Verdejo Sánchez se mostró cooperador con las autoridades y que entregó sus armas aunque los agentes inicialmente no contaban con una orden de registro y allanamiento para ocupar sus armas.
También confrontó al testigo con una de las fotografías admitidas como evidencia y que mostraba a Jennifer Acevedo vestida con una ropa de dormir de pantalón corto y camisilla y no un baby doll, como había dicho previamente.
“Yo le llamo ropa de dormir, ropa de dormir como un baby doll“, insistió el testigo.
El agente además aceptó que no había fotografías que mostraran a Verdejo Sánchez sin camisa.
Como ha sido su estrategia de la defensa, el abogado resaltó la presencia del suegro de Verdejo Sánchez en la casa de su hija. A lo largo del juicio, la defensa ha indagado sobre la relación entre la víctima y Santiago Laiz. La mamá de la víctima, Keila Ortiz, dijo que no había relación entre Santiago Laiz y su hija.
VERDEJO BUSCA RECONCILIACIÓN CON SU ESPOSA
Un día previo a la desaparición y asesinato de Keishla Rodríguez, Verdejo procuraba una reconciliación con su compañera Eliz Marie Santiago luego que la mujer terminó la relación tras conocer sobre el embarazo de la víctima
“Yo ya me harté de tus mentiras y ella no se va a quitar y yo sí. Logró su cometido, te tiene completo. Ahora disfruta tu vida y vayan a todos sus viajes sin misterio alguno”, escribió Eliz Marie a Verdejo en mensajes de texto que el agente Ricardo Díaz Torres, un agente de Homeland Security leyó en alta voz.
“Claro que no Eliz, jamás en mi vida estaría con ella (Keishla), Eliz en serio”, ripostó el acusado en un largo intercambio de mensajes que sostuvieron a través de la aplicación de mensajería de WhatsApp.
El agente Díaz Torres extrajo la información del iPhone 1 Pro del exboxeador, que según las fotografías que se mostraron en la sala 3 que preside el juez Pedro Delgado Hernández, tenía una imagen suya con los puños arriba en la pantalla de su celular. La fotografía muestra a un Verdejo sonriente en El Morro en el Viejo San Juan con una camisa de manga larga y la palabra “Diamante” en el pecho.
En los mensajes del 26 de abril de 2021 al 1 de mayo, día en que aparece el cuerpo de Keishla Rodríguez flotando en la laguna San José, Verdejo pidió disculpas a su compañera y le suplicó que retomaran la relación jurándole que acabarían las infidelidades. Como había anticipado la Fiscalía Federal en sus argumentos iniciales, el acusado guardaba el número de celular de su compañera bajo el mote de “Sufriendo mi esposa”.
“Si no te pasara por la cabeza no estarías hoy arrepentido. Lo siento no voy a estar contigo y más que te vio el bicxx medio mundo. Tas loco”, apuntó Eliz Marie en otro momento.
“No me respetas y no haces que ninguna de su cueros me respete. Hay límites y tú los pasaste hace tiempo”, agregó.
Eliz Marie también pidió a Verdejo que trabajarán “como un equipo” para que la separación no afectara a la hija de la pareja.
Verdejo, por su parte, insistía en la reconciliación y en las promesas de cambio.
“Eliz me retracto de todo esto. Sí, soy el hombre que buscas porque vengo diferente con tan solo una oportunidad. Eliz nunca me vi en esta posición. Por eso me creía que me las sabía todas pero ya veo que no. Por ende si me das una oportunidad serás una reina, como siempre has sido para mí, pero con más cordura”, imploró el expúgil.
“Eliz no te quiero perder. Discúlpame por favor. No voy a hacer las cosas igual. Eliz te lo juro que te voy a tratar como nunca”, añadió.
El juicio continúa mañana con el testimonio de Díaz Torres, que todavía no ha sido contrainterrogado por los abogados de defensa Jason González y Gabriela Cintrón.
