Al menos 37 estados de Estados Unidos han modificado sus protocolos de vacunación y están priorizando que las personas con ciertas condiciones de salud reciban la vacuna Covid-19 primero que las personas mayores de 65 años.
Según una encuesta de The New York Times los problemas de salud a los que se otorga mayor prioridad difieren de un estado a otro e incluso de un condado a otro.
Durante los primeros meses del lanzamiento de la vacuna, los estados buscaron un equilibrio entre dar prioridad a las personas mayores, que tienen más probabilidades de morir a causa del virus, y las personas en profesiones con más probabilidades de estar expuestas como por ejemplo el personal que brinda servicios de salud.
Pero de acuerdo a Emily A. Largent y Ezekiel J. Emanuel, profesores de bioética y políticas de salud en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, la distribución de las vacunas solo por edad es poco ética, probablemente ilegal y una política de mala salud.
Para estos expertos, no hace setido que en Maine y Connecticut, una persona sana de 50 años que trabaje desde casa sea elegible para la vacunación, mientras que una trabajadora de primera línea con diabetes de 44 años que viva en una comunidad de alto nivel de contagio no es elegible.
Los profesores de bioética coincidieron en una columna publicada por The Washington Post que el riesgo de mortalidad de una persona contagiada con Covid-19 con el síndrome de Down, es hasta 10 veces mayor que para la población general.
Además, para los habitantes de las islas del Pacífico, los negros, los latinos y los nativos americanos, es hasta dos veces y media más alto en comparación con los estadounidenses de raza blanca.
Los nativos americanos de 40 a 49 años sufrieron tasas de muerte que duplicaron a las de los estadounidenses blancos una década mayor.
Al menos 30 estados han priorizado las vacunas para las personas con sobrepeso u obesidad, según la encuesta de The New York Times, aunque algunos establecen que el índice de masa corporal en 25, otros en 30 o 40.
Algunas personas con síndrome de Down pueden recibir vacunas en al menos 35 estados, por ejemplo, pero algunos de esos estados no ofrecen vacunas a personas con otras afecciones del desarrollo.
Al menos 30 estados permiten que algunas personas con diabetes tipo 2 se vacunen, pero solo 23 estados incluyen a personas con diabetes tipo 1.
Al menos 19 estados están poniendo la vacuna a disposición de algunas personas con fibrosis quística; al menos 14 han incluido algunas personas con enfermedad hepática; y al menos 15 han considerado elegibles a algunos fumadores.
Fuentes: The New York Times & The Washington Post
