En julio, antes de ser asesinado, el presidente haitiano Jovenel Moïse estuvo trabajando en una lista de poderosos políticos y empresarios involucrados en el tráfico de drogas en Haití. Según cuatro altos asesores y funcionarios haitianos encargados de redactar ese documento, la intención de Moïse era entregar ese expediente al gobierno de Estados Unidos.