El exboxeador Félix Verdejo fue sentenciado hoy viernes a cadena perpetua en la sala del juez Pedro Delgado Hernández en el Tribunal Federal en Hato Rey.
El convicto decidió no hablar previo a ser sentenciado mientras la Fiscalía Federal pidió cadena perpetua debido a que Verdejo nunca mostró arrepentimiento.
En julio un jurado compuesto por nueve hombres y tres mujeres determinó que Verdejo era culpable por el secuestro que culminó con la muerte de Keishla Rodríguez Ortiz y, además, por terminar con la vida de un bebé por nacer. La joven tenía entre cuatro a seis semanas de embarazo.
Previo a la lectura de sentencia, Bereliz Rodríguez Ortiz, Keila Ortiz y José Antonio Rodríguez, hermana, madre y padre de la víctima respectivamente, hablaron en el estrado de la sala del tribunal.
Bereliz leyó una carta de su hijo Alex, que también era el ahijado del convicto exboxeador.
“Hola soy Alex, hijo sobrino de Keishla. También ahijado de Félix Verdejo jamás mis cumpleaños fueron los mismos desde que ella no está. Y estoy muy triste, ya no tengo quien me haga feliz”, leyó la joven madre en llanto para luego dirigirse ante el juez y el acusado en una extensa alocución, que intentó ser objetada por la defensa, en la que le reclamó por la muerte de su hermana y llamó “cobarde” y “cabrón” a Verdejo.
Mientras, la madre de la víctima relató que todavía espera por la llamada de su hija Keishla todas las mañanas.
“Señor juez, extraño tanto a mi hija, me la drogaron, me la mataron”, sentenció mientras lloraba y exigió cadena perpetua para Verdejo.
Luego, el padre de la víctima, apodado Tony, sostuvo que tanto Verdejo como Luis Cádiz, coacusado y convicto por el crimen, debían cumplir cadena perpetua. “Les deseo vida a ambos, salud, pero sin libertad”, sentenció.
Los tres familiares de la víctima se dirigieron en varias ocasiones al convicto y al licenciado Jason González pese a las objeciones de abogado.
