Confinados en la misma cárcel Verdejo y Cádiz

Félix Verdejo Sánchez y Luis Cádiz Martínez residen en el mismo lugar: el Centro de Detención Metropolitano en Guaynabo.

Pero sus caminos no se cruzan.

El excampeón de boxeo comparte una celda en una unidad de corriente regular, mientras que Cádiz Martínez está instalado en el módulo de cooperadores.

El productor de radio y televisión Sixto Jorge Díaz Colón, conocido como Sixto George, también pernocta en el lugar desde el 3 de febrero. Ese día un jurado lo encontró culpable de cargos de extorsión y el juez federal Francisco Besosa ordenó un ingreso inmediato a la cárcel federal. Su vista de sentencia está pautada para este viernes 4 de agosto.

En esa cárcel de rejas color turquesa, que se divisa desde la autopista De Diego, mantienen a hombres y mujeres sumariados que esperan juicio o sentencia. Luego de conocer su castigo, los convictos pasan a una prisión en Estados Unidos a extinguir su pena.

El viernes pasado un jurado compuesto por nueve hombres y tres mujeres encontró a Verdejo Sánchez, de 30 años, culpable del secuestro que desembocó en la muerte de su pareja Keishla Rodríguez Ortiz y del bebé que esperaba. El juez federal Pedro Delgado fijó la fecha de la vista de imposición de sentencia para el 3 de noviembre. Cádiz Martínez, quien alcanzó un acuerdo con la fiscalía federal e hizo alegación de culpa por su participación en el femicidio, declaró en su contra.

Sin embargo, el otrora boxeador apodado el Diamante se encuentra detenido en ese recinto desde el 2 de mayo de 2021. Ese domingo en la noche se entregó a las autoridades federales, un día después de que el cuerpo de la mujer de 27 años apareciera flotando en la laguna San José en Isla Verde y de que Cádiz Martínez confesara el femicidio a agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés).

A partir de ese momento, le asignaron el número de registro 51145-069 y lleva esposas cada vez que sale del centro de detención, con capacidad para más de 1,000 sumariados. Como otros sumariados, también tiene que solicitar autorización del alcaide para hacer llamadas “sin monitoreo”, que de ser aprobadas serán programadas por adelantado, según el manual de admisión y orientación de la institución.

La vigilancia no se limita a las llamadas.

Desde que llegó al centro de detención Verdejo Sánchez debe seguir las reglas de la institución, que exigen vestir uniforme y mantener la celda limpia. Además, tiene que hacer la cama antes de las 7:30 a.m. los días de semana, aunque puede levantarse más tarde los días feriados y fines de semana. En esos días, debe tener la cama recogida a las 10:30 a.m.

“Con excepción a los zapatos tipo tenis (comprados a través de la Comisaría o recibidos a través del área del correo en R&D) solo se le permite a los confinados utilizar en el salón de visitas ropa que ha sido propiamente proporcionada por la institución. Utilizar ropa interior es requisito, pies descalzos o zapatos de baño no son permitidos. Toda la ropa debe estar limpia y de apariencia nítida”, señala el manual disponible en la página web del centro de detención..

“El Negociado Federal de Prisiones y esta institución son responsables de la contabilidad y seguridad de todos 1os reclusos. Por esta razón, un sistema oficial de conteo ha sido establecido. Hay un total de (5) conteos por día y todos los conteos se llevarán a cabo en las unidades”, agrega.

Verdejo Sánchez también puede adquirir artículos en la tienda de la comisaría, que permite un gasto de $200 al mes. La lista incluye productos de aseo personal como champú, gel para el pelo, una variedad limitada de dulces. Solo hay una opción de perfume para hombres: la fragancia del diseñador japanés Issey Miyake.

Mientras permanezca en el lugar puede tomar cursos de manejo de coraje, jugar baloncesto, ajedrez o dominó.

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