George Santos, congresista republicano, históricamente se convirtió en el sexto miembro expulsado de la Cámara de Representantes de Estado Unidos.
Su expulsión resultó por mentir sobre su currículum y estar imputado por 23 delitos graves, incluyendo fraude y robo de identidad. Este inventó parte de su historial, alegar falsa herencia judía y hasta que su familia fue víctima del holocausto.
Santos utilizó fondos de campaña para gastos personales como Only Fans y procedimientos estéticos (Botox), incluyendo compras en tiendas de lujo y sitios para adultos, según informe.
A pesar de dos votaciones previas de expulsión, Santos se negó a renunciar. Su vacante será cubierta en una elección especial en un distrito equilibrado entre republicanos y demócratas.
A pesar de las revelaciones y críticas, Santos continuó ostentando su posición como congresista, siendo una distracción para la Cámara.
Santos ha sido imputado desde mayo por delitos que limitaron sus movimientos y requirieron permisos para trasladarse entre Nueva York y Washington.
En octubre, enfrentó cargos adicionales, alcanzando un total de 23 delitos graves.