El Departamento de Justicia, Salud y el Negociado de Asuntos Internos de la Policía investigan posibles irregularidades en la Oficina Médica de la Uniformada, que incluyen vacunar a cerca de 300 agentes con dosis expiradas de hepatitis B y mantener medicamentos viejos para uso diario.
Ya el Departamento de Salud impuso una multa a esa oficina de $56,700 por el acopio de medicinas vencidas, según una investigación de Cuarto Poder (WAPA-TV).
La investigación inició hace más de seis meses. A finales del año fiscal pasado, la Oficina de Servicios Gerenciales decidió no renovar el contrato de la doctora que administraba la oficina médica, que ubica en el primer piso del Negociado de la Policía en Hato Rey. Tras la salida de la funcionaria, Servicios Gerenciales realizó una auditoría que encontró expedientes fuera de lugar e incompletos. También detectó medicamentos expirados para el asma, las alergias y la alta presión, entre otros. Además, los medicamentos se guardaban en una nevera vieja, que tenía el termostato roto.
Esa auditoría, que se desembocó en una querella, descubrió que se habían vacunado a cerca de 300 policías con inyectables expirados de hepatitis B y, según una fuente de Cuarto Poder, al día de hoy no se les ha informado la situación.
La Policía promueve este pinchazo ante el riesgo de contagio con el virus en intervenciones o arrestos. La hepatitis se transmite a través de contagio con sangre infectada o contacto con jeringuillas artefactos para el consumo de drogas. Este virus afecta el hígado.
Ante preguntas de este medio, el coronel Pedro Sánchez confirmó la existencia de la investigación y, a pesar que han pasado meses desde que se realizó la auditoría, señaló que todavía no ha recibido confirmación de la vacunación masiva con dosis expiradas de hepatitis B.
“[E]l Departamento de Salud realizó una inspección a la oficina de Servicios Médicos con el propósito de validar los alegados señalamientos. Producto de esta visita, el DS inició una investigación y emitió un aviso de infracción a la oficina. A raíz de esto, la Policía sometió al Departamento de Salud un plan de acción correctivo para su aprobación. Si el resultado de la investigación confirmara que se administraron vacunas expiradas, la Policía estaría proveyendo al Departamento de Salud un plan de mitigación para evaluar y atender a los empleados recipientes de la vacuna”, afirmó en declaraciones escritas.
“De igual modo, nos encontramos colaborando con una investigación independiente que lleva a cabo el Departamento de Justicia. Con el objetivo de mejorar los procesos y mantener mayores controles, la administración de esta oficina médica ha sido reestructurada por orden del Comisionado. Una vez concluyan las investigaciones en curso, otras medidas podrían ser tomadas”, agregó.
Mira la investigación aquí: Cientos de policías recibieron dosis expiradas de vacunas contra la hepatitis B
