Juez federal deniega absolver a Sixto George, defensa no presentará testigos

El juez federal Francisco Besosa denegó esta tarde una petición de absolución perentoria presentada por la defensa de Sixto Jorge Díaz Colón, conocido como Sixto George, quien enfrenta cargos de tentativa de extorsión, extorsión y alteración o destrucción de prueba para supuestamente evitar la divulgación del chat de Telegram, que desembocó en la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló Nevares.

De inmediato, la defensa sometió su caso sin presentar testigos por lo que el acusado ni Rauli Maldonado, hijo del exscretario de Hacienda, Raúl Maldonado, no declararán ante el jurado.

El juez Besosa indicó que mañana discutirá las instrucciones con el jurado y en la tarde serán las argumentaciones finales del juicio.

En su alocución esta mañana, el abogado Rafael Castro Lang argumentó que existía una duplicidad en los cargos presentados y que el ministerio público -compuesto por los fiscales Michael Lang y Myriam Fernández González- no había presentado evidencia que demostrara que Díaz Colón había intentado extorsionar al entonces secretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira Zayas.

Luego de alegaciones técnicas, proyectó en sala el mensaje de texto, que aseguró inició todo ese lío. Es una comunicación del acusado a Maceira Zayas el 20 de junio de 2019:

El hijo de RM tiene pruebas contundentes para joder a esta administración, comenzando con Ricardo Rosselló.

Según Raulie “hijo de Raúl Maldonado” eres tú y la Fortaleza lo que están detrás de este tiroteo hacia Raúl Maldonado.

Te lo digo de hermano, el hijo de Raúl Maldonado los va a destruir a otros niveles.

No sé qué tú vas a hacer, pero si no paran los populares van a estar 30 años en el poder.

Para esto.

Esto es una locura. Tengo un pana quien es amigo íntimo del hijo de RM y quieren verme para entregarme pruebas contundentes a mí y otros medios. Esta administración se jodió. Necesito para esto.

Tras leer el mensaje, afirmó “en ninguna de ese chat (comunicación) Sixto pide una extorsión de $300,000. No hay amenaza solo advertencia.

El veterano abogado aseguró que el ministerio público no presentó un solo mensaje en donde el acusado solicitara dinero o hablara abiertamente de una extorsión.

“No me importan las opiniones de Maceira. Ninguna persona razonable puede concluir que ese chat (mensaje) es una amenaza o extorsión”, apuntó.

“Ese miedo de Maceira no tiene fundamento”, agregó en otro momento.

Un día después de ese mensaje, Maceira Zayas se reunió con el acusado en el restaurante Musa en Santurce y grabó esa conversación, según dijo, como un mecanismo de protección. Pero esa grabación no se presentó como evidencia. Posteriormente, el 16 de julio de 2019, el testigo estrella de la Fiscalía Federal volvió a reunirse con el acusado en el restaurante Il Postino en Miramar. También grabó esa acusación, que entró como evidencia, bajo la dirección del FBI.

“Es impropio usar esa evidencia para confundir al jurado y lograr una convicción”, apuntaló.

El juez Besosa, en un momento de la argumentación del abogado, preguntó si una persona diría a otra que lo estaba extorsionando.

“Claro que sí.

“Le diría tengo eso y te voy a extorsionar”, continuó el juez.

“Le diría que tengo esto y si no me pasas $300,000 lo voy a divulgar a la prensa”, ripostó el abogado.

También negó que su cliente hubiera borrado textos para entorpecer la investigación federal y aseguró que la grabación, que tampoco se presentó como evidencia, de la conversación entre el acusado y Raúl “Raulie” Maldonado Nieves el 26 de julio de 2019 constituía prueba exculpatoria porque Raulie aseguraba que no buscaba dinero sino vengar el despido de su padre, Raúl Maldonado Gautier.

En su réplica, el fiscal Lang no entró en los méritos de la duplicidad puesto que era un asunto que el juez Besosa había resuelto, mientras aseguró que el ministerio público había presentado prueba suficiente para probar su caso.

Apuntó que en la reunión en el Il Postino el acusado mencionó varias veces el pago de los $300,000 y apeló al estado mental de Maceira Zayas, quien sentía miedo que la divulgación del chat de Telegram afectara su desempeño como secretario de Asuntos Públicos y su carrera profesional una vez dejara el gobierno.

El fiscal Lang también planteó que ese 26 de julio el acusado tenía el celular en sus manos cuando era interrogado por agentes del FBI y que borró los textos en ese momento. En su testimonio, el agente Juan Carlos López Velázquez indicó que el acusado aceptó mostrarle mensajes de texto y que colega tomó nota de estos mensajes.

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