Presidente UPR recomendó a Ilka Ríos porque Senado Académico “no la descualificó”

(Luis Ferrao, presidente de la UPR)

Pese al aluvión de críticas, el presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Luis Ferrao, aseguró hoy que recomendó a Ilka Ríos Reyes para el cargo de rectora del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) porque era la candidata mejor cualificada de los tres aspirantes evaluados por el Senado Académico, pero sin mencionar que hace justo un año destituyó a la funcionaria de dicho cargo.

“El Comité de Evaluación de Candidatos del Senado Académico del Recinto de Ciencias Médicas evaluó a tres candidatos que se hicieron disponibles, y la Dra. Ilka Ríos no fue descalificada”, afirmó en declaraciones escritas a Cuarto Poder (WAPA-TV). 

“Yo analicé los méritos de los tres candidatos a base del informe que nos envió ese comité, los CV y las entrevistas hechas a cada uno, realicé mi recomendación a la Junta de Gobierno tras evaluar la preparación académica y experiencia profesional. La Dra. Ríos Reyes era la única entre los candidatos que ostenta el rango de catedrática y la que tiene más años de servicio en la alta gerencia en la institución”, agregó.

Tras la polémica designación, Ferrao no ha concedido entrevistas. Ni ha explicado a que se debió la virazón.

Ríos Reyes ocupa el cargo en propiedad desde el 1 de septiembre.

El pasado 9 de junio, el Senado Académico del RCM rindió su informe final sin una recomendación específica, pero concedió la puntuación más alta al entonces rector interino Carlos Ortiz Reyes, quien obtuvo 3.54 de una escala máxima de 4 puntos.

Ríos Reyes quedó en segundo lugar con 2.39 puntos, mientras que Natalio Izquierdo Encarnación logró 2.15 puntos.

“La Dra. Ríos mencionó durante la vista pública el señalamiento que tuvo durante su ejecutoria como Rectora del RCM del cual el Comité no cuenta con la evidencia de los resultados de la investigación”, reza el informe del Comité Evaluador.

El 4 de agosto de 2022, Ríos Reyes dimitió al cargo ante el “sorpresivo pedido de renuncia” de Ferrao. En ese momento, no había concluido la investigación interna ordenada por el propio presidente ante denuncias de dos decanos de que la entonces rectora había intervenido de forma irregular en el manejo del caso de una estudiante dotada de la Escuela de Medicina, que confrontaba problemas académicos.

Dos meses más tarde, la oficial investigadora Alondra Fraga Meléndez presentó un demoledor informe que determinó que Ríos Reyes violentó los procesos internos y actuó de manera unilateral al firmar un acuerdo de transacción extrajudicial con la estudiante porque no contaba con la facultad para tomar esa decisión. Esa facultad, según el informe, recaída sobre la presidencia de la UPR.

El informe también consignó que Ríos Reyes obstaculizó procesos internos y que quedaba pendiente de investigación por alegaciones de que había ordenado el cambio de notas de la estudiante. El cambio, de acuerdo a la denuncia, consistió en sustituir las calificaciones con “F” por una “W”, que equivale a una baja.

Pese a los hallazgos, la oficial investigadora no recomendó sanciones. Dejó esa determinación en manos de las autoridades universitarias.

En entrevista con este medio, Ríos Reyes negó las alegaciones y mostró evidencia de que nunca ordenó un cambio de notas. Indicó, sin embargo, que ese expediente académico había sufrido cambios que eventualmente debían ser investigados.

Los documentos examinados por Cuarto Poder -suplidos por diversas fuentes- revelaron un complejo proceso administrativo interno que tomó dos vías de acción de forma paralela y que desembocó en recomendaciones encontradas.

El Comité de Promociones de la Escuela de Medicina atendió un referido para realizar una evaluación académica de la estudiante y, en dos ocasiones, recomendó su expulsión. Además, los funcionarios involucrados en este proceso denunciaron que la rectora obstaculizó el trámite, que insistieron constituía el camino oficial establecido en los reglamentos de la institución.

La rectora, apoyada en una opinión del asesor legal del RCM, siguió otra ruta que garantizaba la permanencia de la estudiante en la Escuela de Medicina argumentando que atendía reclamos de la alumna de que había recibido un trato injusto y discriminatorio. Insistió en que firmó un segundo acuerdo transaccional confidencial el 7 de julio de 2022 acorde con las estipulaciones del acuerdo original firmado por su antecesor, Segundo Rodríguez, el 19 de febrero de 2021.

Después de recibir el informe, el 8 de noviembre de 2022, Ferrao envió una carta al rector interino Ortiz Reyes con la copia del documento para que tomara las medidas pertinentes. En la misiva de dos páginas, acogió los señalamientos del informe, que archivó en el expediente de la investigación en su oficina.

“Le he enviado una comunicación escrita a la doctora Ríos Reyes indicándole que como resultado de la investigación se halló incursa en irregularidades en el manejo del caso de la estudiante, mientras la doctora Ríos Reyes ocupó el cargo de Rectora”, apuntaló Ferrao.

Esta semana al dejar el interinato, Ortiz Reyes explicó al periódico El Vocero que la facultad para tomar acciones contra Ríos Reyes recaía sobre el presidente y tildó su inacción como acto de “cobardía”.

En medio de esta disputa, la estudiante no ha regresado a la Escuela de Medicina y diversos decanos y directores de programa del RCM han renunciado a sus puestos administrativos en repudio al nombramiento.

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