Más del 77% de las camas la unidad de intensivo de Estados Unidos se están utilizando en este momento, mientras los hospitales se enfrentan a una multitud de pacientes con COVID-19 gravemente enfermos, casi todos sin vacunar.
Los hospitales están una vez más abrumados y, esta vez, también enfrentan escasez de personal y agotamiento que solo empeoran las cosas, especialmente frente a enfermedades que en gran medida se podían prevenir.
Fuente: Axios