El senador Javier Aponte Dalmau reaccionó con asombro ante la noticia de que su chofer Rafael Rivera Ramos presentó una querella en su contra por supuestamente agarrarlo por el cuello en medio de una discusión el viernes pasado.
Rivera Ramos también alegó que el político estaba ebrio y que le profirió palabras soeces. La División de Agresiones de Carolina investiga el asunto.
En declaraciones escritas el también portavoz de la mayoría popular en el Senado negó la supuesta agresión, aunque reconoció que discutió con el empleado al momento cuando le informó que lo despedía porque estaba insatisfecho con su trabajo. Aponte Dalmau no mencionó nada sobre las alegaciones de que estaba borracho al momento del altercado.
“Durante la noche del viernes, mientras regresaba a mi residencia tras haber culminado mis labores sostuve una discusión estrictamente verbal con mi chofer, Rafael Rivera. Esta discusión se debió a diferencias que ya habíamos mantenido sobre mi inconformidad con su desempeño en los pasados meses. En la discusión, le manifesté a mi empleado que prescindiría de sus servicios de manera inmediata, a lo que este reaccionó de manera virulenta y destemplada causándome total asombro”, afirmó.
“En la tarde de hoy advengo en conocimiento, a través de la prensa, sobre una alegada querella de agresión radicada por el Sr. Rivera en mi contra. Me sorprende, en primera instancia, porque las alegaciones que se hacen constar en la prensa están muy lejos de la realidad y porque entendía que la situación había culminado sin mayores consecuencias, más allá de una diferencia que puede haber entre patrono y empleado”, agregó el presidente de la Comisión de Reglas y Calendarios.
Indicó que al momento no ha sido notificado formalmente sobre la querella. Pero como existe una investigación en curso, señaló que no emitirá comentarios adicionales para “no afectar” la pesquisa.
