¿Qué pasa por la mente de un criminal?

En busca de entender la mente criminal y encontrar soluciones al respecto, en 1976, el doctor estadounidense William Walsh condujo un estudio con el objetivo de verificar los niveles químicos de una población de 96 personas confinadas por crímenes violentos versus otros 96 individuos no violentos.

En la población confinada, en comparación con la “no violenta”, encontró un desfase en los nutrientes zinc, cadmio, potasio, litio, entre otros.

A la fecha, no existe récord sobre algún estudio similar llevado a cabo en Puerto Rico. Empero, a nivel sociológico, son varios los factores que llevan a ciertas personas a escoger este tipo de caminos.

“Psicológicamente, psiquiátricamente, yo podría decirte a ti que hay una serie de indicadores que podrían llevar a uno pensar que la persona tiene el potencial o la posibilidad por experiencias previas o circunstancias que hemos podido observar”, explicó en un reportaje para Cuarto Poder (Wapa TV) Víctor García Toro, criminólogo y sociólogo.

“Por ejemplo: de dónde proviene, de qué hogar proviene, de qué contexto social ha venido, si se le hacen exámenes cuáles son los indicadores que llevan a un profesional a pensar que esta persona tiene la mayor probabilidad de ser un criminal”, agregó el letrado.

Por otra parte, el profesor y sociólogo José Raúl Cepeda señaló que la “escuela de pensamiento contemporánea” sobre los estudios en criminología explica que hay que no hay que enfocarse solamente en el individuo que llega a estos pasos, sino en la “sociedad que produce a esa persona”.

“En el caso de Puerto Rico es terrible porque es una sociedad altamente desigual, y al ser altamente desigual pues vas a crear unas condiciones donde no todos vamos a tener acceso a los privilegios”, dijo.

“Y esas personas a las que la sociedad le dice que hay que tener éxito, y que el éxito se define con el éxito material y luego se dan cuenta que no es factible, que a lo mejor estudiaron, que a lo mejor han trabajado toda la vida, y ahora se dan cuenta que “espérate, yo hice todo bien, ¿y cómo es que no tengo lo que me prometieron?”. Entonces eso crea unos estados de frustración y esa es una de las miradas por las que yo me inclino más para poder entender el problema de la violencia en Puerto Rico”, abundó.

Por otra parte, Fernando Medina, psicólogo forense, consideró que las administraciones de turno han dejado en un segundo plano el atender la crisis de salud mental que lleva acarreándose por años en la Isla.

“El problema es que los gobiernos, no uno, todos los gobiernos, le han delegado esa responsabilidad a terceros que lo que han hecho es atender el problema de salud mental a base de dinero: cuánto cuesta y cuántos servicios voy a ofrecer”, apuntó el psicólogo.

Vea el reportaje de Cuarto Poder

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