La jueza Mariela Miranda Recio del Tribunal de Bayamón declaró culpables a Keishla Pérez Bigio y William Avilés González por planificar y participar en el asesinato de la empresaria Hilda Padilla Romero el 30 de septiembre de 2019 mientras transitaba por la avenida Los Filtros de Guaynabo.
Ese día la víctima -y madrastra de la ahora convicta- viajaba en una guagua junto a sus dos hijas.
El patólogo Francisco Dávila Toro declaró que Padilla Romero recibió cinco disparos que le causaron la muerte.
La fiscalía acusó al dúo de asesinato, tentativa de asesinato y violación a la Ley de Armas. Pero la jueza Miranda Recio no los encontró culpable por el cargo de tentativa de asesinato.
De acuerdo al testimonio que Luis Enrique González Martínez ofreció en la vista preliminar, Pérez Bigio lo contrató para que matara a su madrastra porque le estaba haciendo “la vida imposible”. Le pagó $1,500.
El testigo cooperador y asesino confeso señaló que el día del crimen procuró la ayuda de Avilés González, quien señaló conducía el carro que se acercó a la guagua de la empresaria a su salida del trabajo y desde donde tiroteó a la víctima.
Pero González Martínez se retractó de su acuerdo con el ministerio público y no declaró durante el juicio contra Pérez Bigio y Avilés González. El ministerio público utilizó el testimonio previo ofrecido en vista preliminar. El juicio en su contra sigue pendiente.
Pérez Bigio y Avilés González se exponen a una pena de al menos 99 años de cárcel.
La vista de sentencia quedó pautada para el 9 de febrero.
