Tiraera entre Wayne Stensby y Josué Colón por la crisis energética

Hay una tiraera musical que revuelca el avispero colectivo, como el reciente capítulo de la riña pública entre los cantantes de reggaetón Residente y Cosculluela.

Pero hay otra tiraera sin versos en rima, que se cuela en las cartas de los ejecutivos con traje y corbata que manejan el sistema eléctrico del país y que parte tan duro como las barras de un buen rapeo.

Las primeras pullas las soltó el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Josué Colón Ortiz, el pasado 22 de agosto. Ese día envió una carta de 74 páginas al presidente de LUMA Energy, Wayne Stensby, en la que enumeró una retahíla de incumplimientos del operado privado y hasta dejó la puerta abierta para un reclamo por daños al equipo de generación por dichas omisiones.

La carta no cayó bien.

Así que el pasado 26 de agosto, Stensby disparó un contraataque de 14 páginas, que parece una defensa de LUMA para cuidarse de posibles reclamaciones de daños y de señalamientos por incumplimiento de contrato, ante la normalización de los apagones y los llamados disturbios en el sistema de transmisión y distribución de la red eléctrica. En semanas recientes, ese aumento en las interrupciones de servicio ha incrementado los reclamos de cancelación del contrato suplementario, que vence a finales de noviembre.

En su respuesta, el CEO de LUMA -cuya gestión ha estado bajo fuego por la insatisfacción que existe con el desempeño del consorcio canadiense- aseguró que la carta de Colón Ortiz estaba repleta de “alegaciones falsas”, que requerían aclaración.

“Para ser claros, tales declaraciones engañosas socavan esta alianza público-privada, erosionan innecesariamente la confianza pública y, lo que es más importante, son

contraria a los intereses de los clientes y las comunidades a las que servimos juntos todos los días”, afirmó el ejecutivo.

El consorcio canadiense administra el sistema de transmisión y distribución desde el 1 de junio de 2021 a través de un contrato suplementario con la Autoridad para las Alianzas Público Privadas. Recibe actualmente un pago anual fijo de $115 millones en vez del pago de los $105 millones anuales con bonificaciones de $20 millones, que propone el contrato de 15 años que entraría en vigor una vez culmine el proceso de reestructuración de la deuda de la corporación pública.

El polémico contrato, que no exige a LUMA invertir ni un centavo en la red eléctrica, sin embargo podría cancelarse de forma automática si el proceso de negociación de la deuda de la AEE no ha culminado el 30 de noviembre.

Con esos aires, en el segundo párrafo de su carta Stensby aseguró que LUMA cumple con las obligaciones estipuladas en el contrato. Fue más allá, resaltó que en una resolución reciente el Negociado de Energía indicó que el operador privado cumplió con el 84% de las métricas de desempeño en comparación con la AEE, que solo cumplió con el 50%.

Stensby no lo mencionó, pero el Negociado también concluyó que desde que LUMA administra la red, las interrupciones del servicio eléctrico han ido en aumento desde enero de 2022 al presente. El Negociado regula a LUMA y a la AEE en términos de cumplimiento ambiental y reglamentario, pero la fiscalización del acuerdo contractual recae sobre la Autoridad para las Alianzas Público Privada, que la semana pasada admitió que no cuenta con un plan para supervisar el cumplimiento del contrato.

En la extensa carta, que contrasta con los escuetos comunicados de prensa de la empresa, Stensby enumeró los proyectos encaminados por LUMA como el reemplazo de postes y la poda de las áreas verdes, un trabajo que ha sido cuestionado luego de que la propia empresa reconoció que una avería que dejó a 250,000 clientes sin luz el pasado 17 de agosto se debió a la falta de desganche de ramas.

Como en todas sus comunicaciones oficiales, resaltó el compromiso de los más de 3,000 empleados y empleadas de LUMA en el proceso de reconstrucción. El operador tiene unos 1,300 empleados, pero cuenta a los contratistas privados como parte de su plantilla. A pesar de que LUMA constantemente alardea de la fortalezas de su equipo, no cuenta con celadores para trabajar con líneas vivas. Esta falta de personal especializado alarga el proceso de reparación de las averías.

“En la carta del 22 de agosto, la AEE intenta crear una narrativa falsa de que el sistema de transmisión y distribución se ha degradado bajo la supervisión de LUMA, algo que ignora por completo el precario estado del sistema que LUMA recibió cuando asumió su operación el 1 de junio de 2021. Nada más lejos de la realidad. Desde el inicio LUMA se ha centrado en estabilizar el frágil sistema transmisión y distribución de Puerto Rico y atender deficiencias significativas”, apuntaló Stensby.

Según el ejecutivo, LUMA también realizó una evaluación del sistema de transmisión y distribución bajo la tutela de la AEE que presentó al Negociado de Energía. Ese análisis identificó más de 1,070 lagunas en la operación del sistema y conllevó la elaboración de un plan remediativo.

Para Stensby tampoco tiene base un reclamo de Colón Ortiz, quien argumentó que la red de transmisión y distribución no había sufrido tantas averías previo al 1 de junio 2021, lo que demostraba la falta de mantenimiento y malas prácticas operativas de LUMA.

“LUMA solicita a la AEE que se abstenga de informar y publicar información falsa y engañosa relacionada con el sistema de transmisión y distribución, a la luz de su responsabilidad contractual, que exige principios de buena fe y trato justo en el desempeño de sus obligaciones”, apuntaló.

A Stensby, quien tiene un bachillerato en Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Alberta, también le molestó que el jefe de la AEE responsabilizara a LUMA por los incendios ocurridos en seis subestaciones en un periodo de cinco meses y por los apagones debido a déficit de generación. Para echar sal a la herida, Colón Ortiz advirtió a Stensby que LUMA tendría que responder por los daños causados a sus equipos si las investigaciones en curso revelaban que las averías obedecían a fallas en su operación del sistema.

Al rechazar esas imputaciones, tanto en la carta como en conferencias de prensa, Stensby ha dicho que las plantas de generación tienen sistemas de protección que se activan para su protección cuando surge un disturbio o avería en las líneas de transmisión y distribución. La AEE ha refutado esa alegación de

“LUMA confía en que esta carta sirva como una aclaración valiosa a los asuntos planteados por la AEE en su carta del 22 de agosto. Dicho esto, LUMA reitera su preocupación por las declaraciones falsas y sin fundamento de la AEE y sus alegaciones basadas en información inexacta. Esto no solo genera desinformación pero distrae del objetivo principal de transformar la red eléctrica de Puerto Rico”, esgrimió Stensby.

“LUMA enérgicamente exhorta a la AEE a enfocarse en la operación de las plantas de generación, así como LUMA se mantiene enfocada en operar y mantener el sistema de transmisión y distribución y en desempeñar el importante rol de operador del sistema”, concluyó en una despedida que se sintió como un cantazo eléctrico.

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