Un botín debajo del carro… se disparan los robos y la piratería con los “catalíticos”

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Es febrero y llueve a cántaros. Las calles de Puertorro se vuelven un mar idóneo para quienes navegan, como piratas, en el clandestinaje y la pillería: debajo de cada auto estacionado hay un tesoro.

“Literalmente, los oficiales municipales de Bayamón lo atraparon debajo de un carro mientras llovía. Eso fue durante las lluvias de la semana pasada. El individuo aprovechó la lluvia para meterse debajo de un carro a sacarle el catalítico. Y la patrulla se le paró al lado”, le manifestó a Cuarto Poder (WAPA-TV) el teniente Nelson Sotelo, de la División de Delitos Contra la Propiedad del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan.

Sotelo indicó que maneja desde finales del año pasado una investigación de hurto de “catalíticos” o “catalizadores”, pieza automotriz muy valiosa por los metales que contiene. Según explicó, “este tipo de robo se ha puesto de moda”: las pasadas dos semanas el artesanal hurto de catalíticos ha aumentado considerablemente “y ha habido un boom en febrero”.

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“Había uno que otro, pero ahora hay 15, 16 diarios”, subrayó uno de los pilares del CIC, quien ha pedido la congregación de las divisiones de San Juan, Bayamón y Carolina para atajar este asunto en conjunto.

“Tenemos casos de robos en dealers en el área de San Juan, tan reciente como ayer (jueves), donde han entrado a sacarle los catalíticos a los vehículos nuevos”, añadió Sotelo. En cuanto a más hurtos en dealers de autos, el teniente recordó un caso en la carretera # 1 de Caguas en el que se robaron ocho catalíticos.

“También hay muchos casos en estacionamientos públicos, como en Plaza Las Américas, en zonas turísticas, en el Distrito T-Mobile y hasta se vieron en el evento masivo de Bad Bunny, en el Bithorn”, articuló el joven veterano oficial del orden público.

Carolina, destacó el teniente Sotelo, tenía alrededor de 30 casos reportados de robos de catalíticos hasta la madrugada del jueves, mientras que San Juan tenía 55 casos. En Bayamón, indicó, hubo un aumento en casos reportados la pasada semana, pero menguó luego de varios arrestos, como el del ladrón lluvioso con el que comenzamos esta historia. También recordó que oficiales del precinto turístico de Carolina detuvieron la semana pasada un auto con gravámenes “que estaba lleno de catalíticos robados”.

¿Qué es un “catalítico”?

Un “catalítico” o “catalizador” es un dispositivo de control de emisiones de escape que reduce los gases tóxicos, es decir, intenta minimizar la contaminación que sale del auto hacia la atmósfera. Los automóviles modernos están equipados con un catalítico y a veces más de uno, lo que supone una reducción de hasta un 80 % de las emisiones de compuestos nocivos. El primer convertidor “catalítico” fue inventado en 1950 por el ingeniero francés Eugene Houdry. En 1975 se empezó a utilizar ampliamente en automóviles y camiones.

La pieza ubica justo detrás del mofle y contiene metales preciosos como oro, plata, renio, rodio, paladio, iridio y platino. El teniente Sotelo indicó que en el mercado negro “se le puede sacar hasta más de cinco mil dólares”.

“Tan solo una onza de estos metales puede costar miles de dólares”, acotó Sotelo, indicando que el aumento de robos de catalizadores sucede de manera general en los Estados Unidos desde el inicio de la pandemia.  

“Para que tengan una idea, un catalítico de una Outlander 2500, año 2021-22, puede costar de tres a seis mil dólares. Dependiendo el modelo, hay vehículos que tienen hasta dos catalíticos. Son autos con doble salida original de mufflers”, explicó. También, señaló el teniente, estas piezas robadas son exportadas hacia Estados Unidos “y allá pueden costar hasta tres veces más el precio de costo de ventas”.   

Para robarse un catalítico, el ratero se acuesta debajo del carro y con una sierra de cortar metal hace dos cortes, uno en cada extremo, y voilá, se lo llevó.

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Sotelo resaltó que entre los modelos de autos que más prefiere el pillo de catalítico de hoy se encuentran las Mitsubishi Outlander, las Honda Element, las Toyotas Tacoma, “y también tenemos un caso de una Ford 250 Heavy Duty, la pickup doble guareta full, que el catalítico está estimado en siete mil dólares”. Los casos más reportados, subrayó Sotelo,  corresponden a hurtos en automóviles correspondiente al periodo del 2015 al 2022.

“Estamos bien pendientes y encima de esto”, puntualizó Sotelo, haciéndole un llamado a la ciudadanía a que estén pendiente a sus propios automóviles y que den la voz de alerta cuando vean una nébula que pudiese tratarse de robo de catalíticos.

Este fenómeno ratero no se limita a Borinquen. Según un reportaje del LA Times de marzo de año pasado, los robos de “catalíticos”en 2020 se dispararon en un 400% en el condado de Los Ángeles, en comparación con 2019. En toda California, señaló el artículo, los reemplazos de convertidores catalíticos han aumentado más del 90% durante 2020.

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