“Raulie” Maldonado maquinaba divulgar el chat de Telegram desde enero de 2019

Sixto Jorge Díaz Colón

Seis meses antes de que se filtrara el chat de Telegram, que precipitó la caída del entonces gobernador Ricardo Rosselló Nevares, Raúl “Raulie” Maldonado Nieves ya maquinaba la divulgación del contenido de aquellas conversaciones groseras que el mandatario sostenía con su equipo cercano.

Hoy, en el tercer día del juicio federal que se sigue contra el productor Sixto Jorge Díaz Colón, conocido como “Sixto George”, el testigo cooperador del ministerio público, el exsecretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira, aseguró que Raulie vio el chat por “primera vez” en enero del 2019 tras las diferencias que surgieron con la entonces secretaria de Hacienda, Teresita Fuentes, y su predecesor Raúl Maldonado Gautier, padre. Ese momento, Maldonado Gautier ocupaba el cargo de Chief Financial Officer (CFO), secretario de la Gobernación y jefe de la Oficina de Gerencia y Presupuesto.

Esa intromisión de Maldonado Gautier en los asuntos de Hacienda provocó la salida de Fuentes y ahí comenzó a hincharse un malestar que eventualmente desembocó en la publicación del chat y la renuncia en masa de los miembros del equipo de trabajo de Rosselló Nevares, quien finalmente dejó el cargo el 2 de agosto de 2019.

“Me dijo que Raulie estaba molesto. Hizo un download del chat y lo imprimió”, afirmó Maceira ante las seis mujeres y siete hombres del jurado.

El acusado y Maldonado Nieves, según el testimonio de Maceira y la propia acusación federal, comenzaron a conversar del chat e intercambiar mensajes desde inicios del 2019.

En medio de la tensión que existía en la administración que conocía del arresto inminente de varios jefes de agencias y contratistas gubernamentales, el hoy acusado federal jugaba un juego doble, aseguró Maceira desde el banquillo de los testigos, mientras explicaba los fragmentos de una conversación que sostuvo con Díaz Colón el 16 de julio del 2019.

Ese martes y a tres días de la publicación de las 889 páginas del chat, el testigo y el acusado se encontraron en el restaurante Il Postino en Miramar. Ya en ese momento, Maceira había presentado una querella contra el acusado ante el Negociado Federal de Investigacones (FBI, en inglés) y había aceptado en convertirse en testigo del gobierno.

Maceira estaba alambrado y grabó el diálogo con tres aparatos a pesar de eso, algunos de los fragmentos presentados en la sala 510, que preside el juez federal Francisco Besosa, no se escuchaban bien, ni se entendían con claridad.

“Él estaba jugando ambas bases: creando el fuego y luego se presentaba como bombero para apagarlo”, apuntó sobre la actitud del acusado.

Guiado por el fiscal Michael Lhang, Maceira ofreció contexto a los fragmentos de una conversación que se extendió más de dos horas y en cual intentó que Díaz Colón repitiera el contenido de otra conversación, que habían sostenido el 21 de junio. En ese encuentro en el restaurante Musa en Santurce, el acusado y el testigo hablaron -por primera vez- del mensaje de texto que Maceira interpretó como amenaza y la receta de Díaz Colón para detener la divulgación del chat.

Como ayer, Maceira indicó que el acusado le pidió $300,000 para callar a Maldonado Nieves, un presupuesto para contratar personalidades o influencers para cambiar la opinión pública negativa en contra del gobierno y la renovación de dos contratos gubernamentales. El acusado, según el testigo, era consultor esas dos empresas y recibía una paga de $4,000 mensuales.

El dinero a Maldonado Nieves debía pagarse en efectivo o a través de una corporación que no tuviera vínculos con él.

Según Maceira, el acusado le contó que existían otros chats con información dañina, que Maldonado Nieves recopiló en una carpeta. Esa carpeta contenía cinco asuntos: el chat donde Rosselló Nevares hacía comentarios sexistas y ofensivos, información sobre la entonces secretaria de Justicia, Wanda Vázquez y los referidos que no atendía; información sobre Maceira y su gestión en la Autoridad de Puertos, el referido a Justicia de María Palau, una asesora del gobernador; e información de un asesor del Ejecutivo que había logrado el despido de un reportero que publicó información negativa sobre un cliente suyo.

Al momento del encuentro en el restaurante Il Postino solo se había divulgado el contenido del chat con las expresiones ofensivas de Rosselló Nevares, pero todavía existía la amenaza de que el hijo del exsecretario de Hacienda, molesto por el despido fulminante de su padre, divulgara el contenido de las otras conversaciones internas, apuntaló el testigo, que ofreció su testimonio en inglés.

“La estrategia era mantener la amenaza de la divulgación de los otros chats para mantenernos atemorizados”, afirmó sobre la forma en que percibía el acercamiento del acusado.

Durante la jornada, el fiscal Lang presentó la información de forma algo fragmentada. Tocaba un tema, brincaba a otro y luego volvía el ese asunto previo para profundizar, como ocurrió con los contratos que Díaz Colón exigía que se renovarán y sus facturas pendientes por pagar.

Casi al final del día, presentó al jurado una imagen del mensaje que el acusado envió al testigo con el nombre de las dos empresas: Social Consulting LLC y Collective Impact LLC, ambas creadas en marzo de 2019.

Colletive Impact tenía un contrato con Hacienda y Social Consulting con la Oficina de Gerencia y Presupuesto. Ninguna estaba registrada a nombre de Díaz Colón. De acuerdo al registro de corporaciones Madeline López Pagán es la agente residente de Social Consulting y Lydmari Torres es la agente residente de Collective Impact.

Como en el día anterior, Maciera volvió a mencionar la lista de hacedores de opinión pública que, según el acusado, podrían ayudar a cambiar la narrativa negativa sobre la administración Rosselló. Identificó a la abogada Mayra López Mulero y los políticos Gary Rodríguez y Jorge De Castro Font, que en ese momento laboran en un programa que producía Díaz Colón. También se refirió a Jorge Pabón “El Molusco”, Tomás Ramos “Red Shadow”, Roque Gallart “Rocky the Kid”, Angelique Burgos “La Burbu” y Antulio “Kobbo” Santarrosa. Para Kobbo, el acusado pidió $50,000, pero indicó que otros talentos, como Rocky the Kid, cobraban unos $6,000.

De otro lado, la transcripción de un audio que presentó la Fiscalía Federal detalla cómo al productor Sixto George aseguró al entonces secretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira que con el pago de $300,000 le garantizaría que el resto de los chats de Telegram no serían divulgados.

“Con eso puedo garantizar que (Raulie Maldonado) dejará de ser un dolor de cabeza (pain in the ass)”, sostuvo Sixto George.

“Si, si. Todo”, respondió Sixto George a la pregunta de Maceira sobre si el pago a los influencers garantizaría que no se “virarían” contra la Administración de Ricardo Rosselló Nevares.

Las declaraciones surgieron de una lectura de la transcripción de los audios por parte de la Fiscalía, audios que al menos para la prensa no se escuchan con claridad en ciertas partes.

Maceira Zayas explicó que se reunió con agentes del FBI en tres ocasiones. En la tercera ocasión, le propusieron que volviera a encontrarse con Díaz Colón para entregarle personalmente una porción del dinero. Pero rechazó esa petición porque entendió que no funcionaría.

“Fui al FBI porque entendí que era la cosa correcta”, afirmó Maceira.

Según Maceira, el 26 de julio se dio cuenta que Díaz Colón había borrado los mensajes de Telegram con todas sus conversaciones. “Tome un screen shot y notifiqué al FBI”, sostuvo el ex secretario de Asuntos Públicos.

Aclaró que no tiene un acuerdo de inmunidad, ni recibió dinero para declarar en el juicio, que continúa mañana con las preguntas del abogado de la defensa Rafael Castro Lang.

Díaz Colón enfrenta cargos de extorsión, tentativa de extorsión y alteración o destrucción de evidencia.

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